viernes, 24 de septiembre de 2010

Estanzuela

La población de Estanzuela, mayoritariamente ladina, se dedica en un alto porcentaje a la ganadería, de la cual los productos lácteos poseen el mayor reconocimiento. Al igual que el resto de Zacapa, la producción de tomate y en menor cantidad de banano, son sus principales actividades agrícolas.
El área textil también posee actividad en la región, principalmente de parte de las mujeres, quienes realizan prendas de vestir de algodón adornadas con calados realizados a mano. Éstas son sumamente frescas y cómodas, cualidad indispensable dentro de la ropa de uso diario en el lugar debido al marcado clima cálido de la zona.
Las calles del pueblo son empedradas y el aire de tranquilidad únicamente es interrumpido por el paso ocasional de alguna yunta de bueyes, o un vendedor de leche que conduce a su ganado ofreciendo el producto al pie de la vaca. El parque central, según la usanza española, posee en su centro un quiosco y, distribuidos a su alrededor, el palacio municipal, la sede de la policía y la iglesia.
Es importante mencionar que al partir de Estanzuela es fácil tener acceso a los principales sitios de interés de la región oriental de Guatemala. Por medio de las carreteras CA-9 y CA-20, ambas asfaltadas y en buen estado, es posible llegar a Zacapa, Río Hondo, Esquipulas y al departamento de Izabal.



Museo

Visitar el Museo de Paleontología del Municipio de Estanzuela es una experiencia cautivante para los turistas. Detenerse frente a estas osamentas de animales que caminaron por el país hace miles de años, despierta una mezcla de admiración y fascinación a la que pocas personas se pueden resistir.
La aventura de la visita inicia mucho tiempo antes de llegar a Estanzuela. Si una persona pudiera contemplar desde lo alto de la Sierra de las Minas la depresión que forma el río Motagua, en su paso hacia el Caribe, podría apreciar de forma completa el Valle de Zacapa. La región, dominada por una vista un tanto árida, no daría motivo a pensar que miles de años antes en ese lugar existió un inmenso mar.
Los procesos geológicos por los cuales ha pasado nuestro territorio motivaron no sólo cambios físicos, sino además en los habitantes de lo que hoy llamamos Guatemala. Mucho tiempo atrás, cuando las aguas retrocedieron, en este valle en lugar de campos de tomate y fincas ganaderas se hubieran podido observar gigantescos animales prehistóricos caminando por la zona.
 


Los motivos de su desaparición, aunque no existe una opinión generalizada al respecto, se debió a cambios en el clima que provocaron alteraciones en la vegetación de la zona. Al ser animales herbívoros y perder su principal fuente de alimentación, aquellos que no se extinguieron sufrieron cambios que fueron desde la reducción de su tamaño hasta el cambio de sus costumbres, según explica la Enciclopedia Guatemala al respecto de la evolución de nuestro país.
Mucho tiempo después, luego de encuentros ocasionales con restos fósiles y óseos, las autoridades iniciaron un trabajo de investigación en la zona, para la excavación y recuperación de sus restos. Los trabajos fueron encomendados, por mandato del entonces presidente General Manuel Arana, a los paleontólogos Bryan Patterson y Roberto Woolfolk Saravia. Fue este último quien con ayuda de la comunidad logró desenterrar en los alrededores del municipio, una gran variedad de huesos pertenecientes a mastodontes y otros animales.
La colección paleontológica incluye animales que van desde la era Cenozoica (180 mil años antes de Cristo) hasta animales del Paleozoico (30 mil años antes de Cristo) que cohabitaron con los primeros pobladores del país.

 

Perezoso Gigante o Eremotherium
Mamífero herbívoro de 3.60 metros de alto encontrado en la zona 6 de la ciudad capital. Se posee el 80% de su material óseo y es uno de los cinco hallazgos en el mundo de este animal.
Ballena Barbada
Localizada en las costas de Izabal, este mamífero cetáceo anterior a las ballenas actuales mide 18 metros de largo. Se conservan en perfecto estado el cráneo y parte de la columna vertebral.
Pez vertebrado fosilizado
La pieza más antigua que tiene el museo es este fósil de un pez vertebrado, que data del año 200,000 antes de Cristo y que fue donado por el Instituto de Antropología de Brasil.
Aún es posible encontrar piezas fósiles a la orilla de los ríos Motagua y Hondo, comenta Otto Paz, encargado del museo.

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